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Channel: ESTAFAS DE PRESTAMISTAS
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Reunión de la asociación Stop Estafadores con el PSM-PSOE

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Dentro de los contactos que está manteniendo la asociación Stop Estafadores con distintos grupos políticos, el pasado 21 de enero se reunión con el Grupo Parlamentario Socialista en la Asamblea de Madrid

En el encuentro participaron por parte del PSM-PSOE los diputados autonómicos Eustaquio Jiménez y Sonia Conejero, y por parte de Stop Estafadores las integrantes de su junta directiva Mary Yáñez y Xela Márquez, acompañadas por el asesor jurídico de la asociación, Carlos Javier Galán, abogado del despacho Alberche Área Jurídica

Al igual que en la anterior reunión con UPyD, se hizo entrega a los representantes políticos de un dossier explicativo sobre las estafas hipotecarias de prestamistas de capital privado y otro sobre la asociación, fines y actividad. 

En este primer encuentro se esbozaron ya algunas posibles líneas de apoyo del PSM-PSOE a la causa de las víctimas de este tipo de prácticas irregulares, que se irán concretando en posteriores contactos. 

Lawyerpress: Stop Estafadores hace balance de 2014

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Publicado en Lawyerpress.com, 20.01.2015.

LA ASOCIACIÓN STOP ESTAFADORES CREE QUE EN 2014 HA CRECIDO LA SENSIBILIDAD CIUDADANA Y MEDIÁTICA ANTE LAS ESTAFAS DE PRESTAMISTAS

Recientemente la directiva de Stop Estafadores ha iniciado, ya en 2015, una ronda de contactos con los representantes de los partidos políticos, a los que están pidiendo acometer “reformas legales para atajar esta lacra". 

La asociación Stop Estafadores, colectivo que agrupa en nuestro país a los afectados por estafas en préstamos no bancarios, hace balance de 2014 con la conclusión de que “se ha conseguido una mayor visibilidad del problema en los medios de comunicación y ante la sociedad”, pero que ello “no se ha traducido por ahora en una mayor atención de Fiscalía y Judicatura hasta estas nuevas formas de delincuencia”. 

Carlos Javier Galán, abogado de la plataforma Stop Estafadores considera que estos aspectos, “una investigación judicial de conjunto y que el Ministerio Fiscal unifique criterios y pase a la acción” siguen siendo las asignaturas pendientes ante un delito que “a menudo despierta incomprensión”. 

Un punto de inflexión fue el desalojo de su vivienda de Carmen, una mujer de 85 años de edad del madrileño barrio de Vallecas que había avalado a su hijo. Las imágenes del contraste entre el amplio despliegue policial y el dolor reflejado en el rostro de la anciana conmovieron a una parte de la opinión pública. Y ello despertó la atención de algunos medios informativos sobre unas prácticas irregulares que la asociación considera “dramáticas pero aún poco conocidas”. 

Pero el caso de Carmen no fue el único que tuvo notoriedad, porque en 2014 otros lanzamientos llevados a cabo en Barcelona, Madrid y Murcia a instancia de prestamistas de capital privado o chiringuitos financieros también fueron recogidos por los medios de comunicación y generaron debate. 

A lo largo del año, hasta seis juzgados de Madrid acordaron por separado enviar todas sus causas por estafas contra uno de los prestamistas más prolíficos de nuestro país a la Audiencia Nacional, al apreciar que a lo largo del tiempo se habían ido produciendo en todo el territorio nacional decenas de denuncias coincidentes en sus hechos y en sus presuntos autores. Sin embargo, el titular del Juzgado Central de Instrucción nº 1 de la Audiencia Nacional devolvió tras el verano los autos a sus juzgados de instrucción de origen. El magistrado consideró que no se acreditaba aún un número de perjudicados suficiente y que las sumas presuntamente defraudadas tampoco alcanzaban un elevado volumen que justificara la competencia de la Audiencia Nacional. En su auto aseguraba también que no parecía que la instrucción resultada complicada, dado que"la articulación de la trama defraudatoria es sencilla, lo que no prevería una documental compleja, ni especiales informes periciales, ni otras diligencias que supongan dilación". 

La queja de los abogados de las víctimas se centra en que una instrucción acumulada “facilita que pueda apreciarse la trama en su conjunto e investigarse en profundidad”. 

Los asesores jurídicos de los afectados también se quejaron de la diversidad de criterios del Ministerio Fiscal, que apreció desde estafa masiva hasta inexistencia de delito ante casos sustancialmente idénticos. 

Carlos Javier Galán, abogado de la plataforma Stop Estafadores considera que estos aspectos, “una investigación judicial de conjunto y que el Ministerio Fiscal unifique criterios y pase a la acción” siguen siendo las asignaturas pendientes ante un delito que “a menudo despierta incomprensión”. 

Frente a esa insatisfacción que las víctimas mantienen en el frente judicial, la valoración que hacen de la respuesta social sí es mucho más positiva. Juan Puche, presidente de Stop Estafadores, subraya que la creación de esta asociación de afectados, este año, “ha supuesto un paso decisivo para agrupar y dar apoyo a las víctimas, para lograr que se conozca más nuestro problema y para avanzar en una respuesta conjunta”. 

Puche se muestra satisfecho de que cada vez sean más las personas que se dirigen a la asociación para aportar información relevante que permite profundizar en la investigación de estas tramas. Y también valora muy positivamente que su labor de difusión haya contribuido a evitar que se consumara la estafa con otras víctimas. 

El eco en los medios también ha sido importante y se ha pasado de la práctica invisibilidad a que los principales diarios, radios y televisiones hayan prestado atención a este problema. 

Recientemente la directiva de Stop Estafadores ha iniciado, ya en 2015, una ronda de contactos con los representantes de los partidos políticos, a los que están pidiendo acometer “reformas legales para atajar esta lacra”.

Nueva resolución europea sobre nulidad de intereses abusivos

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Tras la sentencia del Tribunal Superior de Justicia que obligaba al juez del proceso hipotecario español a analizar, con carácter previo, si las cláusulas del préstamo eran abusivas, el gobierno impulsó la Ley 2/2013 de medidas para reforzar la protección a los deudores hipotecarios.

Dentro de la misma, se estableció que, cuando los intereses de demora del préstamo fueran superiores al triple del interés legal del dinero, éstos debían ser reducidos.

La medida contradecía aparentemente la normativa de consumidores y la jurisprudencia comunitaria, porque cuando una cláusula es nula, no puede moderarse, sino que debe inaplicarse, ha de tenerse por no puesta. En caso contrario, el profesional no tendría nada que perder: si impusiera una cláusula abusiva para el consumidor, en el peor de los casos se la moderarían.

Ahora el TJUE resuelve en sentencia de 21 de enero una cuestión prejudicial del Juzgado de Marchena (Sevilla) y lo hace en el sentido de entender que esa obligación legal española -la de recalcular los tipos de interés de demora cuando superen 3 veces el interés legal- del dinero no impide a los jueces anular del todo la cláusula, cuando consideren que su redacción es abusiva, incluso con independencia de que el tipo de interés sea inferior o superior al límite fijado.

Así lo venían haciendo ya muchos juzgados españoles, aplicando la normativa de consumo y su interpretación por la justicia europea y no aplicando ese enjuague que el gobierno pretendió para cumplir en apariencia la sentencia del TJUE salvando la cara a los usureros. 

Isabel, juzgada por intentar paralizar un desahucio

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El pasado 20 de noviembre, Isabel fue identificada por la policía mientras participaba en una movilización en la calle Guzmania de Madrid, para paralizar el primero intento de desahucio de Umberto, víctima de Antonio Arroyo, prestamista imputado por numerosas estafas. 

Tras su identificación y registro, la policía acusó a Isabel de desórdenes públicos, por lo que diversos movimientos sociales han convocado para hoy una concentración de apoyo ante los Juzgados de Instrucción de Madrid, en la Plaza de Castilla, donde se celebrará el juicio de faltas. 

Bajo el hashtag#TodosConIsa se difundirán también mensajes de solidaridad en las redes. Isabel es activista de Stop Desahucios Tetuán y del Banco de Alimentos 15M del mismo barrio, está desempleada y es madre de dos hijos. 

Desahuciado en Madrid otro afectado de estafa hipotecaria

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Hoy hemos conocido la lamentable noticia del desalojo de su vivienda de Umberto, otra víctima más de Antonio Arroyo, prestamista imputado por numerosas estafas. 

A pesar de no haber tenido noticia de su caso hasta el momento, el relato de Umberto -recogido en este video de Stop Desahucios Tetuán- nos suena tristemente repetido: asegura haber recibido sólo 4.000 euros en efectivo, pero describe, en un testimonio plenamente coincidente con todos los que conocemos, la operativa habitual que consiguió inducirle a engaño, de forma que el capital que aparece en escritura es de 32.000 euros y todo iba encaminado a apropiarse de su casa.


Los activistas antidesahucios ya habían impedido el lanzamiento el pasado 20 de noviembre, pero en esta segunda ocasión la comisión judicial vino acompañada de un amplio despliegue policial, para desalojar violentamente a las personas que acudieron a apoyar y, luego, a la propia víctima del presunto estafador.

Así lo han recogido los informativos de La Sexta:

Según nos confirma la asociación Stop Estafadores, el colectivo que agrupa a más víctimas de este presunto estafador, no tenía conocimiento hasta hoy del caso de Umberto, con lo que no pudo, lamentablemente, prestarle la información y ayuda habitual para haber evitado esta situación. Tampoco los distintos abogados que atienden causas relativas a este prestamista imputado por estafa -y que en su mayoría suelen estar comunicados entre sí para intercambiar información- tenían la menor noticia de este caso. Desconocemos, de hecho, si la estafa estaba denunciada, puesto que la existencia de unas diligencias abiertas deberían implicar, de acuerdo con el artículo 697 de la L.EC., la suspensión de la ejecución hipotecaria.

La noticia en otros medios: 

Nueva Tribuna: Desahucios por préstamos fraudulentos

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Publicado en Nueva Tribuna, 09.02.2015

DESAHUCIADO POR NO PAGAR 32.000 EUROS DE UN CRÉDITO DE 4.000 

El prestamista Antonio Arroyo Arroyo ha arruinado la vida de más de 3800 familias, denuncia la Asociación Stop Estafadores. 

Por Javier Gimeno, Juan Puche y Mary Yáñez, de la asociación Stop Estafadores 

La noticia de la última víctima de un prestamista usurero acaba de salir en los medios: Umberto, un ciudadano del barrio madrileño de Tetuán, ha sido desahuciado de su vivienda por no poder pagar 32.000 € de un préstamo de 4.000 que solicitó mediante un engaño de una trama de prestamistas estafadores. 

Va tomando carta de naturaleza la cacareada Marca España pero no precisamente por aquello de lo que el Gobierno presume como fruto de su gestión (España como paraíso de inversores y/o emprendedores, de grandes negocios, modelo de banca ejemplar, motor de Europa [sic]…), sino más bien por todo de cuanto carece, acaso sólo la punta de un inconmensurable iceberg: avaricia, individualismo, codicia, usura, engaño, demagogia, populismo, corrupción… Categorías que se van consolidando como seña de identidad española y que cuentan con el apoyo por omisión del actual gobierno, cuando no de su flagrante complicidad (casos Gürtel, Pokemon, Púnica, y un lamentable etcétera de vilezas e ignominias). 

Traemos hoy a esta tribuna una de tantas operaciones que abundan en esta marca o seña tan española como la usura en forma de estafa, una de cuyas tramas, ella sola, la Trama Arroyo, así llamada por ser Antonio Arroyo Arroyo su artífice usurero, ha arruinado la vida de más de 3800 familias en los últimos años. Es este el prestamista por cuyo engaño ha sido desahuciado Umberto. 

Existen varias tramas de estafadores, la mayoría conectadas entre sí, cuyo engaño es a través de préstamos hipotecarios de naturaleza usuraria. Una de la más tristemente conocida es la ya mencionada, objeto de noticias y reportajes televisivos, entrevistas a afectados, etc., uno de cuyos caso más mediático por su dramatismo fue el de Carmen Martínez, la señora de Vallecas desahuciada por avalar a su hijo en un préstamo hipotecario usurario. Pero hay, si cabe, casos aun de mayor dramatismo que no han tenido eco en los medios: casos de suicidios de de personas desesperadas que lo han perdido todo a causa de estas tramas de estafadores. 

Además de la Arroyo, hay otras, como las tramas de Valencia o de Jaén, Murcia, Valladolid… o las conocidas por la Trama del préstamo del sobre vacío o la Trama del seguro del préstamo, y un largo y lamentable etcétera. Todas, operaciones fraudulentas que han acabado, en la mayoría de los casos, con las viviendas de las víctimas en manos de los criminales y la ruina de sus vidas. 

Todas estas operaciones fraudulentas tienen un modus operandi muy similar: una vez puesto en contacto con un posible estafado, el prestamista se hace pasar, bien por abogado, bien por director de sucursal bancaria o simplemente como un agente de la empresa prestataria. A la víctima sólo le pide como aval la escritura de su vivienda, que, una vez obtenida, le cita en una notaría de la trama para firmar el préstamo y entregarle el dinero en metálico. Las condiciones pactadas son “normales”: el usurario le informa de un interés de un 7 u 8% a lo sumo, que deberá pagar a un banco cuyo número de cuenta le facilitará “en breve”. Después de un promedio de entre tres y cuatro horas de espera en la notaría, el notario aparece para leerle al cliente la parte de la escritura donde figuran tales condiciones, que le hace firmar junto con unas letras de pago, para seguidamente hacerle entrega, bien de un cheque, bien de la cantidad solicitada menos la comisión que se lleva el intermediario, comisión que en ningún momento figura en el contrato ni aquél le había mencionado con anterioridad. 

¿En qué consiste la estafa? El número de cuenta que se supone iba a ser facilitada por el intermediario nunca aparece. Ni tampoco éste ni nadie de la empresa prestataria. Transcurrirá más de un año, entre 14 y 18 meses, hasta que alguien de aquélla (cuyo nombre ya será otro: Créditos Madrid, Altisidora, Credit Garpi…) se pone en contacto con el cliente para exigirle el pago de la deuda, la cual, transcurrido ese tiempo, ha cuadruplicado, tanto el capital como los intereses, más los gastos de demora. Es entonces cuando el nuevo prestamista le facilita al cliente la escritura, donde figuran las verdaderas condiciones del préstamo, y un número de cuenta nominal donde realizar el ingreso, bajo amenaza de desahucio de la vivienda de la víctima, la cual, en ese tiempo, los usureros la han tasado por un valor sensiblemente inferior a su precio, con el fin de que ni siquiera pueda pagarse la deuda con su venta a un tercero. 

Estamos hablando de cantidades a pagar, por ejemplo, de 96.000 € para un préstamo de 24.000. Estamos hablando, por consiguiente, de una deuda que en poco más de un año ha alcanzado el 400% de interés (no son cifras imaginarias: es éste un caso real, uno entre miles). 

Obviamente, estas estafas usurarias no podrían tener éxito alguno sin la connivencia de notarios corruptos miembros de la trama, denunciados por varios Colegios de Notarios en toda España y, obviamente, por los estafados: Trama Arroyo, Valencia, Jaén, Murcia, Valladolid, Sobre vacío, Seguro de préstamo, etc., etc., todas y cada una tienen detrás a uno o varios notarios conocidos sin cuya acción fraudulenta no podría llevarse a cabo ninguna estafa de estas características. 

Se da la circunstancia de que varias de estas tramas, y en especial la de Arroyo Arroyo, tienen negocios con miembros de la tristemente famosa Trama Púnica y con su principal protagonista, el exconsejero de la Comunidad de Madrid e íntimo amigo de Esperanza Aguirre, Francisco Granados, hoy encarcelado. 

Desde la Asociación Stop Estafadores pedimos a nuestros representantes políticos que insten al Gobierno para actualizar la única Ley que pone coto a los préstamos usurarios, la llamada Ley Azcárate, de 1908, aun hoy en vigor, pero a todas luces insuficiente para atajar esta lacra que en el siglo XXI ha cobrado mayor fuerza. Pedimos que se ponga freno de una vez y para siempre a los estafadores, se les persiga y se impida que continúen arruinando vidas. 

¿Marca España? Aquí la tenemos: estafa, avaricia, codicia, usura, corrupción por doquier. Resultado: familias enteras arruinadas, desahucios, suicidios. De todos depende que esta seña de identidad tan “nuestra” desaparezca para siempre y que los Arroyo y demás usureros de Murcia, Valladolid, Valencia y de cualquier parte compartan patio y reja con los Granado o los Díaz Ferrán, los Bárcenas o los Fabra allá donde se hallen encerrados.

Reportaje en Vocento sobre el presunto estafador Arroyo

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Publicado en los periódicos regionales del grupo Vocento: El Correo, El Diario Vasco, El Diario Montañés, La Verdad, Ideal, Hoy, Sur, La Rioja, El Norte de Castilla, El Comercio, Las Provinciasy La Voz de Cádiz, 15.02.2014

EL USURERO QUE DA LA CARA 

Aunque muchos se la quiere romper. Antonio Arroyo presta dinero al 29 % y termina quedándose con las casas de decenas de familias. Varios juzgados le investigan por estafa. Uno de sus clientes se suicidó. “Yo tengo corazón”, se defiende. 

Daniel Vidal 

Tiene razón Antonio Arroyo en una cosa: “Ningún juez ha dicho que yo haya estafado”. Y eso es verdad. También es cierto que la justicia pisa los talones desde hace unos años a este prestamista sexagenario, con cierta voz de pito y aspecto de funcionario fiable, que todavía seguirá visitando un buen número de tribunales por las denuncias que le ponen decenas de clientes en toda España. Familias con graves apuros económicos que en su día, maldito día, firmaron un crédito rápido con Arroyo y ahora se sienten engañados y estafados por el empresario, inmerso en el boyante negocio de la financiación entre particulares desde el año 2001. Está considerado el mayor usurero de este país. 

“Yo no soy el rey del préstamo”, zanja por teléfono. “¿Que si me he hecho rico? Me da vergüenza contarle mi situación económica. Sí, tengo divisas, alguna que otra vivienda y varias fincas por ahí, pero también tengo los problemas de cualquier empresario”, suelta sin dar detalles. "Y mucho menos soy el rey de la estafa, eso lo tendrá que decir un juez". De momento se han archivado 40 causas contra él y están tramitándose “otras 15”, según sus propios cálculos. Ni siquiera se ha sentado en el banquillo. Le han detenido tres veces, pero siempre ha salido limpio. “Mi abogado soy yo -sonríe el prestamista- y estoy al corriente de ciertos problemas con ciertos clientes”. Uno de ellos, Javier Rega, acabó quitándose la vida. Se trata de un vecino de Manises (Valencia) que quiso refinanciar su retroexcavadora y dejó un hijo discapacitado y una viuda, Ramona Navarrete: “No quiero dar pena, solo quiero que se haga justicia. Este señor nos estafó”. 

“Desgraciadamente, este pobre hombre no pudo hacer frente a sus deudas y lo afrontó de la peor manera. Yo lo siento mucho por él y por su familia, pero no puedo hacer otra cosa”, responde Arroyo. O quizá sí. “A mi marido ya no me lo van a devolver», se lamenta la viuda, «pero la denuncia que le hemos puesto ha logrado paralizar el desahucio”. 

“EL PATADAS” 

Todos los afectados por la avaricia de Antonio Arroyo, "que pueden llegar hasta los 1.500", calcula el abogado de la asociación Stop Estafadores, Carlos Galán, tienen el mismo perfil. “Personas con necesidades financieras urgentes, con dificultades de acceso al crédito bancario pero con una vivienda libre de cargas”, que al parecer es lo que siempre busca el empresario de Jaén, al que algunos en Madrid conocen como “El patadas” por sus métodos expeditivos y que durante muchos años trabajó en el Fondo de Garantía de Depósitos del Banco de España. Todos describen el mismo “modus operandi”: “Una madeja de mentiras, de medias verdades, de promesas incumplidas, documentos bancarios falsificados y la presencia final de un notario presuntamente compinchado acaban envolviendo a la víctima para que firme, en realidad, un préstamo con garantía hipotecaria -es decir, con su casa como aval- por un importe muy superior al recibido y con un vencimiento a seis meses, momento en el que los intereses se disparan al 29%”. Entonces, la deuda se multiplica, el pago se hace inasumible y Arroyo ejecuta la hipoteca y se queda con la vivienda. “Yo tengo corazón... No me gusta echar a nadie de una casa", se defiende locuaz el prestamista, que siempre da la cara: "Ya ve. No soy un fantasma”. 

- Ya, pero usted ha sido el responsable directo del desahucio de medio centenar de familias. 
- Hay gente a la que hemos llamado 200 veces para negociar y nos ha dado largas. 

- También ha vendido los derechos de las hipotecas de otras 300 viviendas. Dicen que quien no coge el teléfono es usted: no quiere que sus clientes le paguen para quedarse con sus casas. 
- Eso es mentira. Las casas dan problemas. Por lo general, lo que quieren los prestamistas es cobrar. No queremos pisos. Yo quiero que me paguen. A mí me interesa el dinero. 

Umberto Jiménez, un vecino del barrio madrileño de Tetuán, divorciado y con un hijo, ha sido el último en entregar las llaves de su vivienda a la fuerza después de ponerse en manos de Antonio Arroyo. La historia se repite en decenas de casos. Rafael, Juan, Teresa, Concepción, Jesús, Miguel Ángel... “La manera de actuar se ha elaborado durante años por parte de una trama delictiva perfectamente organizada. Las 60 denuncias que estamos tramitando son solo la punta del iceberg", alerta el abogado Carlos Galán. El letrado de Adevif (otra organización “antiestafadores”), Santiago Landete, también tiene un buen puñado de denuncias en el horno. “El 'modus operandi' es el de estas personas, que ahora se han puesto de acuerdo para denunciarme. Antes no me reclamaban nada. El problema es que muchos de ellos se han visto con dinero, y en lugar de pagar deudas, se han gastado ese dinero en otras cosas”, contraataca Arroyo. 

Umberto se quedó sin ingresos. “Vi un anuncio en la tele, pedí un préstamo de 4.000 euros, a pagar 100 euros al mes, y a los seis meses me llegó una carta en la que me exigían 32.000. Ahora estoy sin casa. Se ha quedado hasta con mis pantalones. ¡Pero si no le valen, que mido 1.90!”. Este vigilante de seguridad en paro, aún con ánimo para bromas, ni siquiera leyó el documento. “Tenían mucha prisa, me avasallaron, me fié del notario... y yo quería cobrar, la verdad. Me dijeron que me enviarían el contrato al correo. Lo único que me llegó fue la carta con la reclamación”. Sin embargo, no solo la cuidada metodología de Arroyo, la desesperación o el descuido de la víctima juegan un papel clave en esta historia. Las notarías a las que siempre acudía el prestamista para firmar los contratos, y que han sido señaladas por todos los afectados, son factores determinantes a la hora de que las víctimas pasen por el aro. También han sido investigados y también se han ido de rositas, de momento. ¿Quién va a desconfiar de todo un señor notario? 

“TE SIENTES UN IDIOTA” 

“Resulta tan difícil creer que te puedan estafar ante notario como que te puedan robar en una comisaría o que te pueda apuñalar una monja”, valora la psicóloga Ana Isabel Gutiérrez, que también analiza el estado de“miedo, estrés, desesperanza y ansiedad” en el que se encuentran todos los clientes de Antonio Arroyo, así como su alto grado de vulnerabilidad y, a posteriori, de culpabilidad: “Te sientes un idiota, incluso la familia te ve como un idiota, pero nosotros somos víctimas”, se sincera Umberto, cuya denuncia acaba de ser admitida a trámite. Ahora recibe cobijo gracias a la caridad: “Pasar por esto es muy duro. Te puedes hundir. No me extraña que haya suicidios. El problema es que, mientras hablamos, probablemente esté engañando a otra persona. Y donde tiene que estar es en la cárcel”. 

Seis juzgados de Madrid, repletos de demandas contra el prestamista, pidieron hace unos meses a la Audiencia Nacional que iniciara una investigación sobre la presunta trama: “Existen indicios de que los hechos denunciados son similares y podrían ser constitutivos de un delito de estafa continuada”, argumentó la juez Isabel Durántez. Su colega Santiago Pedraz, sin embargo, rechazó la petición. Las asociaciones quieren que los casos se investiguen de forma conjunta porque “así los jueces tendrán una visión global de la estafa”. Arroyo, al otro lado del “ring”, sigue negando la mayor: “El estafado, muchas veces, he sido yo”. 

- ¿Y clavando un 29% de interés a personas en la ruina, no siente que se aprovecha de la gente? 
- ¿Yo? En absoluto. 

LAS VÍCTIMAS

RAMONA NAVARRETE (47 AÑOS)

El caso de esta valenciana, madre de un niño enfermo, es uno de los más sangrantes. Su marido, Javier Rega, cliente de Arroyo, no pudo soportar la presión y se quitó la vida. “Pedimos 19.000 euros, nos tiró 3.000 encima de la mesa y el resto del dinero no llegó nunca”. 

UMBERTO JIMÉNEZ (46)

Este vigilante de seguridad en paro firmó un préstamo de 4.000 euros, aunque en realidad eran 32.000. No se enteró de nada. Ha perdido su casa, aunque el juzgado ha admitido a trámite su denuncia. 

EL PRESTAMISTA

"TE FÍAS DE UN TIPO ASÍ"

Casado en segundas nupcias y padre de cuatro hijas (dos de ellas menores de edad), Antonio Arroyo se presenta como un empresario hecho a sí mismo, “trabajando desde los 15 años” y con un expediente casi “intachable”. El 'casi' es por una abogada a la que amenazó de muerte y le condenaron a una multa de 120 euros. No tiene reparos en admitir que los abusivos intereses que aplica “se pueden cobrar perfectamente. Como lo hacen los bancos”. ¿Eso es usura? “No lo sé, pero es legal”. Sus víctimas lo tildan de“frío y prepotente. Aunque al principio, con esa seguridad al hablar... Te fías de un tipo así”.

Iniciativa en Change.org contra estafas de prestamistas

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La asociación Stop Estafadores ha iniciado una campaña de recogida de firmas en la plataforma Change.org para impulsar un cambio legal que impida los abusos y estafas en préstamos de capital privado. 

Monchi, víctima del presunto estafador Antonio Arroyo, es la cara visible de esta iniciativa. Su dramático caso representa al de otras muchas decenas de familias que se han visto afectadas por las prácticas irregulares de estas redes delictivas que buscan apoderarse de sus viviendas con un desembolso real irrisorio.

La propuesta de Monchi con el apoyo de Stop Estafadores busca que el gobierno de España modifique la Ley 2/2009 al menos para controlar los intereses, si bien en las posteriores conversaciones con los representantes públicos se plantearán demandas algo más amplias, con el fin de cerrar el paso a este tipo de actuaciones abusivas a veces y directamente delictivas en otros.

Desde aquí les animamos a respaldar esta campaña con su firma y a difundirla por todos los medios que puedan entre amigos, familiares, conocidos, etc. Un pequeño esfuerzo que puede contribuir a evitar nuevas víctimas. 


Estafas de prestamistas en La mañana de COPE

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El programa La mañana de COPE prestó atención el pasado 19 de febrero al caso de Monchi, que denuncia la estafa que sufrió por parte del prestamista Antonio Arroyo Arroyo. Su esposo, Javier, no pudo con la situación y se quitó la vida, y ahora siguen ejecutando contra ella para intentar quitarle la vivienda. Recibió sólo 4.000 euros en metálico y ahora le reclaman 36.000 € si no quiere que la casa donde vive con su hijo discapacitado sea subastada.

Ella ha iniciado en la plataforma Change.org una iniciativa para intentar cambiar la ley y evitar que otras familias pasen por el mismo drama que ella. 

Ángel Expósito y sus colaboradores Goyo González y Paloma Tortajada entrevistaron también a Carlos J. Galán, abogado de Alberche Área Jurídica y asesor legal de la asociación Stop Estafadores, quien explicó la situación legal actual y cuál es el modus operandi habitual de estas tramas. 

Éste es el audioíntegro de esta interesante entrevista.

Stop Estafadores denuncia extravío de causas judiciales de prestamista

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Publicado en la web de la asociación Stop Estafadores, 22.02.2015

En estos días, muchos ciudadanos y medios de comunicación se han escandalizado con el hecho de que el expediente judicial contra el PP por un presunto delito de destrucción u ocultación de pruebas (a causa del borrado del ordenador de su extesorero Luis Bárcenas) haya desaparecidomisteriosamente en la Audiencia Provincial de Madrid. 

Por desgracia no es una situación excepcional. ¿Se imaginan a qué otro conocido imputado le han desaparecido, no ya una, sino dos de sus causas? Pues sí: al presunto estafador Antonio Arroyo Arroyo

En el Juzgado de Instrucción nº 43 de Madrid, la anterior juez apreció indicios de estafa en los hechos denunciados ante la policía el 3 de enero de 2011, en la provincia de Valencia, por quien hoy es nuestro presidente, Juan Puche. El juzgado citó a declarar al denunciado el 7 de junio de ese año. Cuando Arroyo acudió, acompañado de uno de sus abogados, los autos habían desaparecido. Se acordó entonces que, cuando se encontraran, se le volvería a llamar a declarar. Transcurrió un año, dos, tres… y finalmente el actual juez, en cuanto ha tomado posesión de su plaza, ha decidido archivar provisionalmente la causa afirmando que “tras diligencias de instrucción”, no aprecia delito alguno en Arroyo. Hay un “pequeño detalle” cuestionable en esa afirmación: es absolutamente falso que se haya realizado ninguna diligencia de instrucción. Ni una sola. Ni siquiera aquella declaración del presunto estafador que venía acordada por su antecesora. La decisión no es firme, está recurrida.


En el Juzgado de Instrucción nº 18 de Madrid se tramita la denuncia que Vicente, de Zamora, otra víctima del mismo prestamista, interpuso el año pasado. El expediente de la causa se entregó a Fiscalía para la emisión de informe y ya no volvió a aparecer. Tras meses sin hallarlo, el juez ha ordenado que se proceda a la reconstrucción de los autos, para lo que se tendrá que utilizar los documentos que conserven las partes y la copia informática de las resoluciones del órgano judicial.

Reunión de Stop Estafadores con Ciudadanos

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Dentro de los contactos que la asociación STOP ESTAFADORES está manteniendo con todos los partidos políticos, el pasado lunes se reunió en Madrid con el partido Ciudadanos, una fuerza política presente hoy en el parlamento catalán y en el parlamento europeo, y a la que las encuestas le pronostican posible presencia en otras comunidades autónomas y en el Congreso de los Diputados en próximas convocatorias electorales. 

Ciudadanos quiso también conocer de primera mano la problemática de las víctimas de estafas en préstamos hipotecarios de capital privado y la asociación Stop Estafadores le facilitó esa información y pidió su apoyo, como hace con todos los grupos sin distinción. 

Por parte de la asociación estuvieron presentes Xela Márquez (secretaria nacional de la asociación) Mary Yáñez (tesorera nacional), Javier Gimeno (delegado en Madrid) y Carlos J. Galán (asesor jurídico), quienes se entrevistaron con Sergio Brabezo, coordinador de relaciones con asociaciones en la ciudad de Madrid, y Sofía Fernández. Al término de la reunión, tuvieron ocasión de saludar también a César Zafra, coordinador de la agrupación de C's Madrid. 

Stop Estafadores hizo entrega a Ciudadanos de documentación sobre la asociación, de información de en qué consisten estas prácticas irregulares y un dossier informativo de la repercusión en medios de comunicación en los últimos dos años. Así mismo, como al resto de grupos políticos, se le solicitó apoyo para las reivindicaciones del colectivo, planteando una serie de propuestas de colaboración, tanto en el ámbito de la Comunidad de Madrid como el conjunto de España. 

Stop Estafadores está impulsando una reforma de la Ley 2/2009 que regula los préstamos hipotecarios no bancarios, para dificultar las prácticas abusivas y las actividades delictivas que tienen por objeto un bien de primera necesidad como es la vivienda. Actualmente desarrolla una campaña de recogida de firmas en la plataforma Change.org, recibe apoyo de personalidades destacadas de la sociedad civil, y mantiene una serie de encuentros con grupos políticos, en los que, además de C's, se ha reunido anteriormente con UPyD y con el PSOE por el momento, a la espera de que se programen las citas con el resto de partidos. 

En ¿Hay Derecho?, la jungla de los préstamos no bancarios

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Publicado en el blog ¿Hay Derecho?, 24.02.2015

PRÉSTAMOS NO BANCARIOS EN ESPAÑA: ¿PODEMOS ACABAR CON LA LEY DE LA JUNGLA?

Meses atrás, la noticia y los testimonios gráficos del desalojo de Carmen, una mujer de 85 años que se vio obligada a abandonar su vivienda en el barrio madrileño de Vallecas, conmovieron a buena parte de la sociedad. Detrás del drama humano, un dato llamó enseguida la atención: el lanzamiento no lo instaba esta vez una entidad bancaria, sino un prestamista con nombre y apellidos. El ejecutor se había beneficiado de un chollo inmobiliario (adjudicarse piso y plaza de garaje en Madrid capital por un importe entre un tercio y la mitad de su valor real) despojando a una persona mayor del único patrimonio que tenía tras toda una vida de esfuerzos.

Hace unas semanas, otro lanzamiento, el de Umberto, en el barrio de Tetúan de la capital de España, atraía de nuevo la atención informativa y reabría el debate. En esta ocasión, el ejecutor era un controvertido prestamista, denunciados por decenas de familias de toda España en los últimos años por presuntas estafas, con al menos tres detenciones policiales a sus espaldas e imputado en varios juzgados madrileños.

Los dramas de Carmen y de Umberto adquirieron una justificada visibilidad mediática, pero sus casos, lamentablemente, no son infrecuentes: en estos últimos tres años he tenido oportunidad de conocer a muchas familias en situación similar o en evidente riesgo de llegar a ella.

EL CRÉDITO NO BANCARIO

Aunque agrupa entidades y actividades muy heterogéneas, el conocido como shadow banking, el sistema parabancario, es una realidad que alcanza a nivel mundial un volumen considerable, situándose en los últimos años entre el 25 y el 30 % del sistema financiero total. En España, algunos expertos lo cifraron en 2013 en un 17 % aproximadamente. Bien regulado, puede constituir una interesante alternativa cuando se producen dificultades de acceso al crédito tradicional. Contribuye a diversificar riesgos e incluso, en ocasiones, encauza los recursos hacia necesidades específicas de financiación de forma más especializada y eficiente. Pero no está exento de importantes riesgos, al eludir en buena medida las normas y los controles del sistema bancario tradicional.

La Comisión Europea, en su Libro Verde de 2012 y en su Dictamen del Comité Económico y Social 201/C 170/09, apuntó a la necesidad de aumentar la transparencia, limitar los riesgos, reforzar la regulación y mejorar la supervisión del sistema de crédito no bancario. Casi siempre, los temores de las autoridades y de los organismos internacionales atienden a la posibilidad de contagio sistémico. Pero, mucho más allá de la macroeconomía o de la estabilidad del sistema financiero, no deberían perderse de vista los costes sociales y humanos que implica el descontrol del crédito no bancario, claramente apreciables en cuanto descendemos a los casos concretos.

En nuestro país, desde 2006, el entonces Defensor del Pueblo, Enrique Múgica, había clamado en el desierto, pidiendo en varios de sus informes anuales a los poderes públicos que regulasen el sector. El auge del mismo, por aquel entonces entregado a la llamada “reunificación de deudas” (fundamentalmente convertir en deuda hipotecaria a largo plazo todo el crédito y las deudas familiares), había desbordado las costuras de la insuficiente regulación genérica del Código Civil y era un campo abonando a los abusos.

Cuando por fin se aprobó la Ley 2/2009, de 31 de marzo, únicamente centrada en los préstamos hipotecarios otorgados por entidades y profesionales no bancarios a consumidores,  algunos reputados expertos, como el compañero Fernando Zunzunegui, advirtieron ya sobre las insuficiencias (en el control, por ejemplo) y las deficiencias (mezclar la concesión y la intermediación, sin ir más lejos) de la recién nacida normativa.

Años después, la realidad, por desgracia, ha puesto de manifiesto que la Ley no ha cubierto, ni de lejos, sus pretendidos objetivos. Sobre el papel ya se apreciaban sus limitaciones, pero, además, lo poco bueno que aportaba ha sido objeto de un incumplimiento sistemático. Y no sólo por los destinatarios de la norma, sino, lo que es mucho más grave, por aquellos que estaban llamados precisamente a hacerla cumplir.

UNA LEY INSUFICIENTE Y, ADEMÁS, INCUMPLIDA

La Ley no situó esta actividad del préstamo hipotecario privado bajo el control del Banco de España o de un supervisor específico, sino que asignó la competencia a los departamentos de consumo de las Comunidades autónomas, sin dotarles ni de medios ni de especialización. Aquí no hablamos del comprador de un par de zapatos al que no le devuelven el dinero a pesar de que el calzado tiene taras, o un usuario al que calculan mal su factura de consumo eléctrico, o el propietario de un vehículo al que el taller mecánico no ha entregado un presupuesto suficientemente detallado… Son familias, con frecuencia en angustiosa necesidad económica, que ponen en juego nada menos que su propia casa, como garantía de operaciones inconcebibles que en la práctica nadie está controlando.

El resultado, seis años después, es que la vigilancia y las inspecciones de oficio no existen. Basta con echar un vistazo a internet. Las numerosas páginas que operan con el reclamo de dinero rápido, dinero urgente, dinero fácil… rarísima vez cumplen las obligaciones de identificar sin género de dudas a la entidad que presta los servicios, de informar de la disponibilidad del folleto obligatorio de tarifas, de introducir referencias a mecanismos extrajudiciales de resolución de conflictos o de publicitar el derecho a solicitar oferta vinculante (artículo 6.2 de la Ley).

La Ley instituyó la obligatoriedad de creación de registros de profesionales de estas actividades (artículo 3). Tales registros habían de tener ámbito autonómico, en coherencia con esa atribución de competencia sobre el sector a los organismos de consumo de las comunidades. A su vez, los registros autonómicos debían suministrar sus datos a un registro estatal. Han pasado seis años y no se ha creado ni uno solo de los registros autonómicos previstos. Dos años después de la ley, el Real Decreto 106/2011, de 28 de enero instituyó formalmente el registro estatal, que debía ser accesible a través de la web y, además de identificar a las empresas, había de ofrecer a los usuarios la posibilidad de consulta de los folletos obligatorios. Pero hoy –recuerden: seis años después de la ley y cuatro desde su creación-, el Registro no puede consultarse aún en la web. El aplicativo que debería permitirlo no está en funcionamiento por motivos presupuestarios y técnicos, según asegura la Agencia Española de Consumo, Seguridad Alimentaria y Nutrición, responsable del Registro. Sí, sí, no se sorprendan: en nuestro país, los préstamos no bancarios están bajo la competencia del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad.

Pero, además, la creación de registros no es un fin en sí misma, sino que se planteó como un instrumento para fomentar la transparencia y la vigilancia en el sector. Nada de esto ha sido así y el registro, en la práctica, no tiene ninguna utilidad protectora del consumidor, más bien al contrario. Yo suelo asegurar que se ha convertido en un contraproducente “sello de calidad” para los aprovechados, que pueden hacer constar en su publicidad “inscrito en el registro estatal…” dando una apariencia de seriedad y de sometimiento a la ley que con frecuencia es totalmente irreal. Baste recordar que el inscrito con el número 1 en dicho registro es, paradójicamente, la persona a la que antes nos referíamos: la que más imputaciones judiciales acumula por presuntas estafas.

Hoy el sector ya no se centra en aquella “reunificación de deudas” propiciada por un mercado hipotecario donde reinaban las “alegrías” que caracterizaron nuestra burbuja inmobiliaria. En estos últimos años, los de la crisis, el recurso al llamado préstamo de capital privado ha suplido, para no pocas familias, el cierre generalizado del grifo del crédito por parte de las entidades bancarias. Ya no se ha acudido a él mayoritariamente por conveniencia, para abaratar cuotas mensuales. Se ha acudido por pura y simple necesidad. Con el grave peligro de que, tras el fallido intento regulador, podemos afirmar, sin exageración, que en este ámbito sigue rigiendo la ley de la jungla.

La televisión e internet están repletos de anuncios de créditos casi instantáneos, de pequeñas cuantías pero elevadísimo coste, como ha denunciado recientemente un estudio de ADICAE. Cuando nos encontramos con que una TAE puede ser ¡del 7.896 %!, algo no funciona. Sólo los controles previos y la vigilancia pueden impedir determinadas prácticas porque, precisamente por las pequeñas cuantías, no es previsible que el consumidor acuda a los tribunales en estos casos. Para empezar, pagar una tasa de 150 euros para poder denunciar el carácter abusivo de un préstamo de 400, por ejemplo, supone un primer factor disuasorio, al que se suman la propia situación económica del afectado, la lentitud de nuestro sistema judicial y la escasa eficacia práctica de la resolución que al final se pueda obtener... Mientras esto sea así, las empresas de microcréditos exprés podrán seguir haciendo su agosto, puesto que sus leoninas condiciones les permiten incluso absorber unas altas tasas de morosidad sin dejar de obtener elevados beneficios. Una conocida firma de este sector de los préstamos rápidos a la que la Financial Conduct Authority de Reino Unido obligó a devolver 2,6 millones de euros por cobros indebidos a usuarios, decidió expandirse a cinco países del mundo donde entendió que la legislación y la práctica eran favorables para sus intereses. Adivinen cuál fue uno de ellos.

En las calles y en las webs encontramos cada vez más anuncios de préstamos con la garantía de su vehículo, sin que haya normas aplicables claras y efectivas sobre intereses y comisiones, o sobre solvencia y responsabilidad de las entidades que ejercen la actividad, ni referencias para la tasación del bien usado como garantía. Ni, por descontado, controles que eviten la extendida irregularidad de acabar dejando firmada sin ser conscientes, en medio de la documentación del préstamo, una transferencia del vehículo con los datos en blanco.

LAS ESTAFAS HIPOTECARIAS

Pero, con diferencia, la práctica más grave, porque trasciende el ámbito civil para entrar de lleno en lo penal, es la de las redes delictivas dedicadas a apoderarse de inmuebles con desembolsos reales irrisorios. A la llamada de este espacio de impunidad acudieron algunos subasteros reconvertidos en aparentes prestamistas hipotecarios. ¿Para qué esperar a que llegara a ejecución una ganga de inmueble si tú mismo podías diseñar de antemano la operación que te llevara a quedarte con el mismo en condiciones más que ventajosas?

Así nace un modus operandi encaminado a conseguir que la víctima firme ante notario un capital superior al que realmente recibe, con un plazo de devolución brevísimo (a veces les aseguran que es un “préstamo puente”, pero nunca llegará el definitivo), con unos intereses de demora abusivos y valorando su vivienda para subasta en una cifra irrisoria. Porque de eso se trata, no de que paguen, sino de apoderarse de un inmueble por una cantidad ridícula.

Dicho así, puede parecer burdo, pero ya nos advirtió la psicóloga forense Ana Isabel Gutiérrez Salegui en un interesante artículopublicado en este mismo blog, de que estamos ante una operativa elaborada con detalle en sus aspectos legales, económicos y psicológicos. Y depurada con la práctica de años de estafar con impunidad.

Una madeja de mentiras, de medias verdades, de promesas incumplidas, de documentos bancarios falsificados, de firma de documentos privados con las condiciones realmente habladas pero que luego no se entregan a los interesados, más la presencia final de un notario… acaba envolviendo a unas víctimas que, no conviene olvidarlo, están en situación de apremiante necesidad. El resultado es que firmarán una escritura –casi treinta páginas con un contenido legal y técnico poco comprensible para un ciudadano común- que después descubrirán que nada tiene que ver con lo que creían estar contratando. 

Dos de los elementos de la estafa -los intereses abusivos que engordaban la deuda y las tasaciones irrisorias que facilitaban la adjudicación del inmueble- ya han encontrado respuesta en el ámbito civil, mediante la práctica judicial y las recientes reformas legales. Pero la tercera pata del fraude, el capital declarado superior al realmente recibido, constituye un elemento que entra en el ámbito de lo penal, y que adolece de una gran dificultad probatoria, dada la intervención notarial. Siempre de unas mismas notarías, aclaremos.

La respuesta judicial y de la fiscalía está siendo, a mi entender, muy corta de vista, con algunas excepciones. Ante esta nueva forma de delincuencia, encontramos una actitud de incomprensión, similar a la que ya conocimos con otros fenómenos que también tenían un factor psicológico acusado –la violencia de género, el mobbing, el acoso escolar…- en los que, durante largo tiempo, se ponía el acento en los árboles aislados y no se veía el bosque. Pasaron años hasta que por fin se consiguió que se entendieran en su complejidad y su verdadero alcance, como tal vez acabe sucediendo también ante estas prácticas, cuando ya nos hayamos dejado en el camino unos cuantos suicidios, unas cuantas familias destrozadas y mucho desalojos de viviendas, al tiempo que enriquecemos a unos aprovechados sin escrúpulos.

El considerar –como hacen algunos jueces- la fe notarial como algo penalmente inatacable, en un especie de freno iuris et de iure a cualquier investigación judicial y produce una cruel paradoja: convierte en estos casos al notario, llamado a ser garante de la legalidad, en el “elemento sacralizador de la estafa”, como lo calificaba gráficamente el Inspector Jefe de Policía Julio Martínez. Eso hace que unos pocos fedatarios muy concretos actúen como cómplices y enturbien la imagen generalizada de una profesión que goza merecidamente de un nivel de confianza altísimo en la ciudadanía

APUNTES PARA UNA REFORMA LEGAL

Una modesta pero laboriosa asociación, la plataforma Stop Estafadores, que agrupa a familias víctimas de estafas cometidas por prestamistas no bancarios, ha iniciado una ronda de contactos con los partidos políticos y con instituciones para pedir justicia para las víctimas de estas prácticas, pero también para evitar nuevos afectados, implementando mejoras en la regulación.

Además, ha impulsado recientemente, a través de la plataforma Change.org, una iniciativa de recogida de firmaspara recabar apoyo ciudadano a una reforma de la Ley.

La asociación se ha centrado en un punto concreto de la normativa, para así simplificar la comprensión de su demanda. Pero son muchos los aspectos que pueden y deben mejorarse. A título de meros apuntes, me atrevo a sugerir algunas líneas de posible modificación:

- Se impone regular, con referencias claras y con seguridad jurídica, los intereses remuneratorios y de demora.

- Sería conveniente limitar las comisiones. Y garantizar que éstas respondan a servicios realmente prestados.

- Debe preverse vigilancia efectiva, de oficio, preventiva (y no sólo a instancia de parte y sobre hechos ya producidos). Y si estas operaciones siguen en el ámbito de Consumo, dotar a estos organismos de especialización y de medios para controlar el sector.

- Deben establecerse modelos de información sencillos, comprensibles y eficaces. La actual regulación de la oferta vinculante es insatisfactoria. Y el derecho a examinar el proyecto de escritura con tres días hábiles de antelación sencillamente no se ejercita en la práctica, se ha convertido en una cláusula de estilo más en el cuerpo de las escrituras notariales.

- Creo que hay que reforzar las facultades de control de legalidad de notarios y/o registradores, dándoles instrumentos para ello.

La entrega de capital tendría que ser siempre fehaciente: si no se realiza por ingreso bancario u otros métodos seguros, se debería dar fe notarial de su entrega efectiva, no de la supuesta manifestación de parte de haberlo recibido “con anterioridad a este acto”. 

- Para evitar las artimañas que buscan evitar la aplicación de la normativa de consumo, debería perseguirse y sancionarse con severidad a los profesionales que manifiestan falsamente actuar como particulares y que en todas y cada una de sus operaciones aseguran que es ocasional. E impedir también la extendida práctica de que actúe como prestamista formal un particular (realmente un testaferro) y que de inmediato ceda el crédito al profesional (el verdadero prestamista) o a quien éste señala (el “inversor” con el que se ha pactado que se acabe quedando con el inmueble previa ejecución) mediante un endoso de título cambiario u otras fórmulas similares.


Hay muchas posibilidades, algunas relativamente sencillas, de mejorar la regulación y de introducir cordura y equilibrio en la actual selva de los préstamos no bancarios. Inevitablemente, la picaresca siempre intentará ir un paso por delante de la ley. Pero me temo que, en este caso, la ley se ha quedado unas cuantas zancadas por detrás de quienes planean y perpetran los múltiples abusos. 

Más de 30.000 firmas para evitar fraudes de prestamistas

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La campaña iniciada en la plataforma Change.org por Monchi Navarrete, afectada por una presunta estafa de prestamista, y por la asociación Stop Estafadores, ha superado en tan solo dos semanas 30.000 firmas de apoyo. Un respaldo muy importante que otorga visibilidad a este problema y que permitirá llevar trasladar a los poderes públicos propuestas de cambio legislativo que impidan nuevos abusos y estafas en el sector. 

Desde aquí animamos a adherirse a esta iniciativa con la firma y con la difusión, para que siga creciendo el clamor contra estas prácticas irregulares y que no haya nuevas familias que vivan dramas semejantes.

Stop Estafadores se reúne con Cristina Almeida

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Miembros de la Junta Directiva de la asociación Stop Estafadores mantuvieron una entrevista el pasado jueves 12 de febrero con Cristina Almeida, destacado nombre de la vida pública española, con una larga trayectoria en la abogacía y la política. 

Cristina ha sido concejala del Ayuntamiento de Madrid, diputada en el Congreso, diputada en la Asamblea de Madrid, senadora por designación autonómica pero, sobre todo, activista incansable de los derechos humanos, el feminismo, los derechos laborales, etc. 

Xela Márquez y Mary Yáñez, de la Junta Directiva de la asociación, Javier Gimeno, responsable de la misma en Madrid, y el asesor legal Carlos Javier Galán, abogado de Alberche Área Jurídica, departieron con Almeida, quien ofreció su apoyo púbico a la causa de las víctimas de estafas de prestamistas. 

Las víctimas de prestamistas piden cambios legislativos

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Publicado en Lawyerpress.com, 17.02.2015

Los recientes desahucios de Carmen, la anciana del madrileño barrio de Vallecas, y Umberto, desalojado el pasado lunes de su casa en el distrito de Tetuán a instancia del controvertido prestamista Antonio Arroyo, han reavivado el debate social sobre la actividad de los prestamistas no bancarios. 

La asociación STOP ESTAFADORES, que agrupa a las víctimas de presuntas estafas cometidas por tramas delictivas que se mueven en este sector, ha solicitado cambios legislativos que eviten unas prácticas irregulares que consideran muy extendidas.

Stop Estafadores ha iniciado una ronda de contactos con todos los grupos políticos para formular sus propuestas. Ya han mantenido los primeros encuentros con el PSOE y UPyD y están a la espera de ser recibidos en breve por IU. Pero también pretenden dar a conocer la problemática al partido actualmente en el gobierno, el PP, así como a los grupos nacionalistas y a fuerzas emergentes como Podemos o Ciudadanos.

La asociación considera que la Ley 2/2009 que reguló por vez primera el sector se ha revelado como “claramente insuficiente para evitar las variadas prácticas abusivas que se registran cada día e incluso la actuación de redes de estafas que buscan apoderarse de inmuebles con un desembolso real irrisorio”.

Piden que se acometan modificaciones en el texto legal para que “se limiten de forma clara las comisiones e intereses, evitando así la usura”, pero también, como algo fundamental, que “la entrega del capital se tenga que hacer de manera segura y fehaciente, para impedir que se acaben firmando por engaño cantidades que realmente no se entregan”. También creen que deben ponerse en marcha los registros públicos de prestamistas “que, seis años después de legislarse, siguen sin funcionar, una muestra de desidia inaceptable” y que los mismos “sirvan de manera efectiva para dar transparencia y para ejercer un control y una vigilancia y no como una mera obligación burocrática”.

Pero Stop Estafadores no sólo quiere que se cambie la ley para prevenir nuevos afectados. Su presidente, Juan Puche, también exige “que se haga justicia que quienes ya hemos sido víctimas”. Por eso llevan varios años reclamando a la Fiscalía que impulse una investigación “global y a fondo” sobre algunas de las tramas más conocidas, “porque la coincidencia de testimonios y de denuncias de familias es abrumadora y no puede seguir haciéndose oídos sordos mientras los estafadores siguen actuando con absoluta impunidad”. 

STOP ESTAFADORES es una asociación de afectados por presuntos estafadores que, bajo el nombre de prestamistas, conceden operaciones de capital privado, con la garantía de una vivienda, con el único fin de arrebatar su propiedad. Esta asociación incluye a cualquier persona que quiera combatir estas prácticas, ya sea afectada o no por estas tramas. Desde esta entidad se realizan investigaciones de cada caso y las exponen en público a través de internet y en contacto directo con los medios de comunicación, así como con nuestras Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y Ministerio Fiscal. 

Además de las rondas de contactos con partidos políticos a los que se hace referencia en el comunicado, se ha impulsado una iniciativa en la plataforma Change.org para recabar apoyos para las reformas legales pretendidas.

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También ofreció esta información  El Jurista, 15.02.2015


100.000 firmas piden cambiar la normativa sobre prestamistas

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En tan solo dos semanas, la petición de la asociación Stop Estafadores para evitar los abusos de prestamistas que encabeza Monchi Navarrete ha recabado nada menos que 100.000 apoyos en la plataforma Change.org.

Este gran respaldo popular servirá para que la asociación pueda trasladar a los poderes públicos la sensibilidad social ante las prácticas fraudulentas, que conducen a muchas familias a vivir auténticos dramas. 

Un cambio legal que mejore la actual legislación dificultaría, sin duda, los comportamientos abusivos en el sector del préstamo no bancario. 

Todavía queda tiempo para firmar la petición y, sobre todo, para difundirla y que siga creciendo el número de adhesiones. 

Un prestamista condenado que sigue en activo

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Publicado en Las Provincias, 08.03.2015

UN PRESTAMISTA CON TRES CONDENAS Y OTRO JUICIO PENDIENTE SIGUE EN ACTIVO

José Gamero abrió hasta tres nuevos negocios financieros tras la presunta estafa que dejó sin piso por desahucio a una valenciana

Arturo Checa. Valencia

Las andanzas del prestamista valenciano José Gamero, ya con tres sentencias firmes con pena de prisión a sus espaldas, parecen no tener fin. Ni siquiera el estar a las puertas de otro juicio por presunta estafa, en el que se enfrentará a siete años de prisión -junto a cuatro supuestos cómplices- por dejar sin piso y causar una depresión invalidante a una valenciana, como sostiene el fiscal, parece haber mutado sus planes. Según ha podido saber LAS PROVINCIAS, y tal y como consta en documentos mercantiles, el individuo sigue en activo y continúa realizando actividades comerciales.

Los datos del Boletín Oficial del Registro Mercantil (BORME) atestiguan que el condenado (por sentencias firmes de 2000 y 2010) no cesó de abrir nuevos negocios después de los hechos por los que en julio será enjuiciado por la Audiencia de Valencia. Ocurrieron en 2005, cuando, según el fiscal, estafó a Pilar Martínez, una vecina por aquel entonces del Cabanyal, con un ilícito préstamo por valor de 110.000 euros, cuando a ella sólo le concedieron 30.000. Luego ejecutaron el desahucio de su piso cuando la mujer no pudo pagar las letras del irregular préstamo, al que fijaron un desaforado interés del 24%, siempre tal y como mantiene el fiscal en su escrito de acusación. "Me quitó la casa y la salud; sólo pido recuperar mi dinero". 

DE LOS PRÉSTAMOS, A UN BAR

Por aquel entonces, Gamero operaba con la firma Finanziamar, con domicilio en Albal y dedicada a la "intermediación financiera e hipotecaria", como señala el ministerio público. No ha sido su última actividad relacionada con el dinero. En 2010, el BORME refleja la creación de Refinan Group 2010 S.L., afincada en Valencia y dedicada a la "tramitación de préstamos y créditos con garantía personal e hipotecaria". Idéntico negocio. Un año después, mismo tercio, aunque con una curiosa 'alternativa'. El boletín recoge el nacimiento en 2011 de Gran Reserva 2011 S.L., de nuevo para tramitar préstamos, pero también con una vertiente de "servicios de bar y cafetería". Gamero aparece también en documentos legales como propietario de un bar en Manises. Y sólo hace dos años dio de alta Financia 2012 S.L., de nuevo metido en el mercado de los préstamos, pero esta vez en Paterna. 

La impresionante movilidad del prestamista es comprobada por LAS PROVINCIAS visitando la que fue su última sede conocida, un despacho en el edificio de oficinas enclavado dentro de Nuevo Centro. "Sí, sí, estuvo aquí hace dos o tres años, pero se marchó... Y dejó unas cuantas trampas", confiesa el portero del citado bloque de inmuebles de negocios. 

"ROMPIÓ LA PUERTA"

El hombre aún recuerda cómo Gamero "desapareció un día de repente, sin avisar", de su oficina. El prestamista dejó el despacho "cerrado con llave. El dueño del inmueble tuvo que romper la puerta para poder entrar. Dentro estaba todo lleno de papeles. No pagó el alquiler de varios meses", asegura el recepcionista. El propio portero da fe del ir y venir de identidades comerciales que ha quedado plasmado en el BORME: "Cambió de nombre varias veces". 

La sección quinta de la Audiencia de Valencia ya ha señalado para el próximo siete de julio la primera de las tres sesiones en las que se enjuiciará a José Gamero y las otras cuatro personas a las que el fiscal considera cómplices. En los tres procesos anteriores por los que estuvo acusado, fue condenado por estafa y dos veces por apropiación indebida.

Por el primero de los delitos, se le suspendió la pena de un año de prisión. Y el fiscal mueve ficha en su calificación: en caso de resultar nuevamente condenado, reclama que la Audiencia Provincial revise su decisión "para posibles efectos revocatorios". Es decir, sumar las dos penas de cárcel por la reincidencia por estafa en la que incurriría José Gamero.

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Otras informaciones periodísticas anteriores sobre esta misma trama: 

- Levante, 27.07.2008: Atrapada por el dinero rápido

En La Sexta Noticias, abusos en préstamos no bancarios

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El sábado 14 de marzo se emitió en las dos ediciones de La Sexta Noticias un reportaje sobre las deficiencias de la  normativa que regula los préstamos no bancarios en nuestro país y que da pie a numerosos abusos. 

Dos afectadas, Monchi Navarrete y Mary Yáñez, expusieron brevemente sus casos, mientras que el asesor jurídico de Stop Estafadores, Carlos Javier Galán, abogado de Alberche Área Jurídica se refirió a la legislación y la falta de controles que dan pie a estos abusos.  

 

La Audiencia Provincial de Madrid anula un préstamo usuario

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La Sección 12ª de la Audiencia Provincial de Madrid ha dictada un auto, del que ha sido ponente el magistrado D. José Luis Díaz Roldán, muy esperanzador para los afectados por las prácticas fraudulentas de prestamistas de capital privado. En el mismo, declara la nulidad, por usurario, de un préstamo hipotecario, al considerar que no queda realmente acreditada la entrega total del capital, a pesar del reconocimiento que consta en la escritura notarial. 

Es práctica lamentablemente muy extendida en el sector del préstamo no bancario la de hacer constar, mediante engaño, un capital superior al recibido, para así obtener el prestamista una ganancia exagerada, sin riesgo de declaración de abusividad de intereses. Normalmente, dichas cantidades que no se reciben, se reconocían en escritura notarial como recibidas “en efectivo metálico”, a pesar de que a veces de decenas de miles de euros. 

El caso que se resuelve este auto es el de Inés, víctima de un prestamista llamado José María Cano Peña, aunque llega a él a través de la financiera Solfin Consultoría e Inversión

El préstamo supuestamente es de 131.000 €, de los cuales realmente la víctima sólo recibe 83.932 €. El resto se reconoce recibido como “en efectivo metálico”, ante el notario Antonio L. Reina Gutiérrez (cuya oficina, junto con la de Ricardo Ferrer Giménez y la que comparten José F. Usera Cano y Julia Sanz López, forma el grupo de las preferidas por la mayor parte de las redes de este tipo que se mueven en nuestro país). 

El prestamista, un jubilado, asegura en la escritura que no se dedica profesionalmente al préstamo y que, por tanto, no le resulta de aplicación la normativa de protección al consumidor, para que así no se declaren abusivas las cláusulas de la operación. 

Cuando intenta ejecutar la hipoteca, el abogado de la prestataria formula oposición. El Juzgado de Primera Instancia nº 31 de Madrid la estima parcialmente y anula todas las cláusulas de intereses por abusivas. 

Pero el abogado de turno de oficio, Fernando de Armas, no se da por satisfecho e interpone recurso de apelación. Ahora, la sentencia de la Audiencia Provincial va mucho más allá y estima íntegramente el recurso. Primero, desmonta el supuesto carácter de particular del prestamista: “No son necesarios profundos conocimientos jurídicos para atisbar que no nos encontramos ante un contrato de préstamo ordinario regulado en el artículo 1.740 del Código Civil, sino que su configuración jurídica y la redacción de sus cláusulas estaban dirigidas a asegurarse la adjudicación de la finca hipotecada, ante el hecho cierto de que Dña. Inés no haría frente al mismo ante su falta de ingresos y el plazo de un año para su devolución, como así sucedió, lo que denota que la finalidad que mueve al prestamista es un manifiesto ánimo de lucro; y las reglas del criterio humano nos indican que no estamos ante la presencia de una persona física jubilada que arriesga todos sus ahorros al albur de un préstamo, cuya posibilidad de cobro pasa por un procedimiento judicial”. 

Y en segundo lugar, cuestiona la recepción del capital, a pesar de la supuesta –y habitual- manifestación realizada ante notario: No existe la mejor justificación lógica de que el prestamista entregara a la ejecutada una suma en efectivo tan elevada, 40.289,90 €, que según la escritura pública de préstamo se entrega en metálico antes de su otorgamiento, a Dña. Inés, diferencia ente el importe de 124.761,90 € de principal de préstamo sin intereses y la suma de 83.932 € abonada mediante cheques bancarios, que la parte ejecutada reconoce como entregada antes de la constitución de la garantía hipotecaria, de cuya efectiva entrega no existe la menor prueba, siendo totalmente insuficiente el mero reconocimiento de entrega por la ejecutada en la escritura de préstamo, dada la situación económica en que se encontraba aquélla (…), lo que le obligaba a suscribir la escritura del préstamo en las condiciones impuestas por la parte prestamista, sin tener la menor capacidad de negociación. Y para evitar la sospecha de la existencia de un préstamo usurario en la modalidad de entrga de una menor cantidad a la que figura recibida, es conveniente que dicha entrega se realice mediante instrumentos que dejen constancia efectiva del dinero recibido por el prestario, lo que en el caso examinado no se ha hecho, sin que exista explicación alguna al respecto, y que no puede achacarse a desconocimiento por parte del prestamista, pues la complejidad del contrato de préstamo elaborado demuestra profundos conocimientos jurídicos”. 

“Como conclusión de la deducción lógica a partir de las circunstancias que rodean el préstamo examinado que se han reflejado a lo largo de esta resolución–añade-, esta Sala (…) llega a la íntima convicción de que en la escritura de préstamo hipotecario se hace consignar la entrega de una cantidad muy superior a la realmente recibida por la prestataria, en concreto la cantidad de 40.829,90 €, cantidad que en realidad encubre un beneficio para el prestamista, que se une a los interese cobrados por adelantado, para el hipotético caso de que la ejecutada llegara a amortizar el préstamo concedido”. 

A partir de ahí, la sentencia recurre al artículo 1 de la conocida Ley Azcárate de 1908, contra la usura, que establece, entre otras previsiones, que será “nulo el contrato en que se suponga recibida mayor cantidad que la verdaderamente entregada, cualesquiera que sea su entidad y circunstancias”. 

Y, al declarar nulo el préstamo, ordena la cancelación de la anotación registral de la hipoteca y el archivo de la ejecución judicial. 

Nuestra enhorabuena a la afectada, Inés, que ha podido encontrar justicia y solucionar por esta vía legal un problema que ha condenado a auténticos dramas a otras muchas familias. Y nuestra felicitación también al compañero Fernando de Armas, por la defensa jurídica que ha llevado a cabo, con este resultado tan satisfactorio.

Revista de Derecho del Mercado Financiero: Cómo acabar con la usura

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Por Fernando Zuzunegui, abogado

En una reciente entrada en el magnífico blog ¿Hay Derecho?, el profesor y abogado Carlos Javier Galán ofrece el status quaestionis en la jungla de los prestamistas privados. En efecto, la crisis financiera ha limitado el crédito bancario y ha propiciado el desarrollo de los prestamistas privados con riesgo de usura. Los intermediarios de crédito, al no conceder el préstamo la entidad bancaria, ofrecen como alternativa la posibilidad de acudir a un prestamista privado. Por este camino se puede acabar en manos de usureros. 

La realidad supera a la imaginación, como puede observarse en un caso comentado por CESCO, cuyos hechos se recogen en la Sentencia de la Audiencia Provincial de Valencia de 30 de septiembre de 2009, donde: “La Audiencia declara acreditado que los actores no recibieron en concepto de préstamo los 30.837 euros por los que se libró la mencionada letra de cambio, sino 22.620 mediante entrega de un cheque bancario a nombre del hijo de los actores por 20.000 euros y 2.620 euros en efectivo, pues los 3.000 euros restantes representados por dos cheques al portador por sendos importes de 1.500 euros, se entregaron a los intermediarios financieros, con independencia de que éstos no los hicieran suyos, 4.317 euros se retuvieron por la prestamista en concepto de cobro anticipado de intereses ordinarios al 14% anual y otros 900 euros en pago de otros gastos (notaría, registro y timbre del efecto cambiario)”. 

Me parece muy bien avanzar en torno a las propuestas que recoge el profesor Galán en su entrada, relativas al control intereses y comisiones, con vigilancia efectiva y modelos de información claros. Del mismo modo estoy de acuerdo en reforzar la función notarial, con fe notarial de la entrega efectiva del capital y con medidas para evitar a los testaferros.

De hecho, el Gobierno podría anticipar la transposición de la Directiva 2014/17/UE, sobre los contratos de crédito celebrados con los consumidores para bienes inmuebles de uso residencial, prohibiendo la concesión de créditos hipotecarios a los consumidores que no superen el Test de Solvencia, bajo el control del Banco de España, con programas de Educación Financiera sobre crédito hipotecario, exigiendo cualificación profesional de los prestamistas privados y el uso de la Ficha Europea de Información Normalizada.

A su vez, el Gobierno debería modificar por decreto-ley la Ley 1/2013, para que la limitación de los intereses de demora de préstamos concedidos para la adquisición de vivienda habitual, garantizados con hipotecas constituidas sobre la misma vivienda, se aplique a cualquier contrato de préstamo hipotecario con consumidores, en tanto que el interés jurídico protegido por la norma es la vivienda del prestatario y que el mismo se pone en riesgo tanto en el caso de los préstamos hipotecarios concedidos para la adquisición de la vivienda sobre la que recae la hipoteca, sobre los que ya existe limitación de los intereses de demora, como en el caso de que la hipoteca grave la vivienda para garantizar préstamos concedidos para otros fines.

El Gobierno también debería llenar de contenido el primer inciso del art. 1º de la Ley Azcárate, considerando a los efectos de su apreciación como usurario por desproporcionado al ser “notablemente superior al normal del dinero”, el interés que supere el doble de los tipos medios del mercado, como se fija por Ley en Italia y aplica la jurisprudencia alemana. A estos efectos, el Banco de España debería publicar periódicamente los tipos de interés medios del mercado, tal y como realiza el Banco de Italia.

A su vez el Ministerio de Justicia, a través de la DGRN, debería exigir a los notarios que califiquen si la operación está o no sujeta a la Ley 2/2009, y que, en su caso, comprueben la previa inscripción del prestamista privado en el registro público de empresas (cf. art. 3 de la Ley 2/2009) y el cumplimiento de las obligaciones de información de la Ley 2/2009, según RDGRN de 18 de enero de 2011. También debería exigir a los notarios que verifiquen que el prestatario recibe íntegramente la suma del préstamo. En este sentido, los notarios deberían abstenerse de elevar a públicas las escrituras de préstamos hipotecarios otorgados por prestamistas privados en las que el prestatario manifiesta haber recibido cantidad mayor que la verdaderamente entregada, resultando ser tales contratos radicalmente nulos (cf. artículo 1º de la Ley Azcárate). En consecuencia, el notario debería verificar la entrega por el prestamista a nombre del prestatario de la suma consignada en la escritura. A estos efectos, los notarios deberían aplicar en las escrituras de préstamos hipotecarios otorgados por prestatarios privados las mismas buenas prácticas que en el caso de los préstamos concedidos por entidades bancarias, lo que supone el abono en cuenta del importe.

Por su parte, el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, a través del Instituto Nacional de Consumo, en coordinación con las autoridades de consumo de las Comunidades Autónomas, debería llevar a cabo la supervisión destinada a verificar el cumplimiento de las exigencias de la Ley 2/2009, tendente a sancionar con el cierre de actividad a todos los prestamistas privados e intermediarios de crédito que actúen sin estar registrados o que incumplan las obligaciones de transparencia de la Ley 2/2009.
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